Nuestra historia

El Pairal fue fundado hace más de cien años (1908) por Jaume Puig i Mir con la donación de una pequeña casa con su terreno, entonces en las afueras de Vilassar de Mar.

Durante muchos años tuvo una vida modesta, hasta 1940, después de la Guerra Civil, cuando la autoridad autorizó su funcionamiento cambiándole el nombre por “Hogar del Desvalido”.

A mediados de los años 50, Pere Mir i Puig asumió la responsabilidad económica, encomendando la administración diaria y la gestión a la Comunidad Religiosa “Hermanas Josefinas de la Caridad”, congregación que desarrolló una magnífica labor, muy valorada en Vilassar de Mar.

En 1965, en recuerdo a su madre, Pere Mir i Puig financió la construcción de un nuevo edificio y todo su equipamiento, en el mismo solar de siempre.

Después de una primera ampliación del reciente edificio, se construyó un nuevo piso que permitió alcanzar una capacidad de 60 camas. Hoy en día, sigue manteniéndose el mismo número de camas. La ampliación del edificio, la construcción de una nueva planta y su equipamiento también fueron financiados por Pere Mir i Puig.

El Pairal adaptó sus estatutos a la Ley de Fundaciones catalanas y fue inscrito en el Registro de Fundaciones de la Generalitat con el número 337.

La falta de vocaciones religiosas provocó que la administración de El Pairal dejara de estar a cargo de las “Hermanas Josefinas de la Caridad”, y a partir de ese año pasó a ser dirigido por profesionales titulados bajo la protección y supervisión de un Patronato (donde siempre están presentes los responsables de la Administración local, normalmente el Alcalde de Vilassar). Como iniciativa de esta nueva etapa, se decidió una remodelación total del edificio y de todo el equipamiento de El Pairal (la tercera o la cuarta en su historia). En esta ocasión, Pere Mir i Puig también se hizo cargo de la totalidad de la inversión. Además, donó una generosa cantidad (cien millones de pesetas) como fondo de maniobra para la operativa diaria y para cubrir posibles déficits operativos.

Hoy en día, el patrimonio de El Pairal está totalmente saneado, y tanto el edificio como sus equipamientos pueden cumplir sobradamente con el objetivo de brindar una buena atención a sus 60 residentes, que siempre ha sido el deseo de sus responsables. Como iniciativa de esta nueva etapa, se decidió una remodelación total del edificio y de todo el equipamiento de El Pairal (la tercera o la cuarta en su historia). En esta ocasión, Pere Mir i Puig también se hizo cargo de la totalidad de la inversión. Además, donó una generosa cantidad (cien millones de pesetas) como fondo de maniobra para la operativa diaria y para cubrir posibles déficits operativos.